lunes, 19 de mayo de 2008

Nota de prensa sobre nombre de las calles

Ante las declaraciones recientemente realizadas por Izquierda Unida pidiendo una modificación del nomenclator de las calles tarifeñas y su sustitución por nombres de personajes de II República, así como la eliminación de “símbolos franquistas”, Mellaria quiere hacer algunas consideraciones (http://www.iutarifa.net/wp/?p=226).
Mellaria quiere recordar la afortunada modificación del callejero que se realizó hace más de veinte años, eliminándose los excesivos nombres de personajes franquistas y sustituyéndolos por los nombres tradicionales. Este cambio, no sólo contó con el respaldo de todas las fuerzas políticas, sino con el beneplácito de la población.
Cuando se realizó el citado cambio, se dejaron algunos nombres de calles que, aunque puestos durante los primeros años del franquismo, la corporación municipal entendió que debían de permanecer. Algunos de estos nombres son los que IU propone quitar.
Ante esta propuesta, Mellaria quiere recordar las acertadas razones que movió al segundo Ayuntamiento del periodo democrático a dejar inalterables estas calles.
El nombre de Coronel Moscardó ha permanecido en el nomenclator de Tarifa por el paralelismo de su defensa del alcázar de Toledo, con la que protagonizó Guzmán el Bueno en Tarifa. Aparte de matices políticos, las dos son gestas recogidas como tales en la historia nacional.
La antigua calle San Antonio fue nombrada de Pedro Cortes en los primeros meses de la guerra civil. Fue otra de las calles que la primera corporación socialista de Tarifa no modificó, en recuerdo a un tarifeño muerto en el frente en una acción heroica, sin hacer referencia a su pertenencia a la Falange.
La calle que lleva el nombre de General Primo de Rivera nada tiene que ver con el franquismo, pues fue puesta durante la dictadura que impuso este general y su nombre se debe a la deferencia que tuvo al visitar nuestra ciudad en el año 1925 siendo presidente del Gobierno.
La calle Amador de los Ríos, a la que también hace referencia el comunicado de IU, no fue modificada en su momento al creerse, equivocadamente, que se refería al eminente arabista y no al comandante que desembarcó en los primeros días de la guerra civil en Algeciras, con el encargo expreso de conquistar las plazas del Estrecho de Gibraltar, entre las que se encontraba Tarifa. Aún así el Ayuntamiento puso dicho nombre, entre otras razones, por el buen recuerdo que dejó en la población Rodrigo Amador de los Ríos mientras que fue comandante militar de la plaza, que fue anterior a su participación en la guerra civil.
La conocida como ley de Memoria Histórica no impone la eliminación de nombres o símbolos que hagan referencia al periodo franquista, sino sólo aquellos que exalten esta etapa histórica. Ningún símbolo de estas características existe en Tarifa. Eso sí, existen recuerdos de los cuarenta años que duró la dictadura de Franco: algunos yugos y flecha, varios escudos nacionales (como el que se encuentra a la entrada del salón de plenos del Ayuntamiento o en la fachada de la ermita de la Luz) o nombres de personajes tarifeños que fueron fieles al régimen político de Franco. Su eliminación sería borrar la historia reciente de Tarifa, que ocurrió guste o no guste.
Desde Mellaria no se expresa oposición a poner calles con nombres de personajes tarifeños relacionados con las opciones políticas que se enfrentaron durante la II República. Ya se hizo con el alcalde socialista-republicano Amador Mora Rojas, calle que fue aceptada por todo el pleno municipal y que recuerda a un personaje de la historia reciente de Tarifa.
Desde Mellaria nos oponemos a que el nombre de las calles vuelva a originar enfrentamientos políticos, por lo que solicitamos que cualquiera que sean los cambios que se realicen se haga con moderación y siempre con el apoyo de todos los grupos políticos y contando con la opinión mayoritaria de la población.
Desde Mellaria también se quiere recordar la existencia de personajes históricos, algunos de ellos de trascendencia nacional, relacionados con Tarifa y cuya memoria no se encuentra registrada en ningún nombre de calle.